Jorge se ha tomado la mañana para comprar los regalos de Navidad para su familia, pero contrario a lo que había planeado, se sentó a tomar un café para reflexionar qué hacer con su matrimonio. Había discutido con María, su mujer, desde la noche anterior hasta la madrugada. Están casados hace veinticinco años, pero hace unos cuantos que no dejan de tener enfrentamientos.
En cuanto a los regalos, se dio cuenta de que los últimos que se habían hecho fueron insignificantes, desganados, por lo que se prreguntó porqué ha esperado tanto en hablar con ella sobre sus problemas.
En ese momento, decidido a proponerle a su esposa que lo mejor sería separarse por un tiempo, la llama y la cita para conversar pero atiende su cuñada Claudia. Pues resulta que María había tenido un accidente y se encuentra gravemente herida.
Jorge se queda sin palabras y no puede moverse. Corta la llamada y sale corriendo de la cafetería sabiendo qué tenía que regalarle a su esposa. Minutos más tarde, estaba comprando dos pasajes de avión para viajar a Grecia, una idea que venía pensando desde hace unos meses, pero entonces suena nueamente el teléfono móvil. Su cuñada le informa que María ha entrado en coma, pero lejos de aceptar lo que estaba sucediendo, Jorge continúa con la compra y al terminar corre desesperadamente a ver a su mujer.
Una vez que el personal médico le había dado todos los detalles de la condición física de María, la cabeza de Jorge quedó completamente en blanco. Solo pensaba que en ese preciso instante lo único que importaba era estar allí, reflexionando sobre el significado de acompañar, más allá de lo que pueda suceder en su futuro como pareja; dándose cuenta que en las ocasiones más relevantes de la vida, lo único que importa es lo parece menos importante.
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