Parece que para entender las operaciones actuales de los bancos, más que en finanzas, debemos ser expertos en física.
A modo de fusión nuclear, las entidades bancarias de una carga similar están en proceso de unión formando un núcleo más pesado, por lo que es evidente que a la ley del libre mercado, que debería proporcionar la democracia en la que vivimos, habrá que buscarla en algún universo paralelo.
A pesar de que el Banco de España alertara en 2018 sobre los problemas de competencia que podría generar la elevada concentración de la banca, se ha concretado la fusión de Bankia y CaixaBank, formando el mayor grupo bancario del país, décimo banco a nivel europeo.
Si esto resulta como esperan quienes defienden esta unión, se conseguiría una entidad con mayor solidez y rentabilidad, lo que tal vez podría significar la posibilidad de devolver las ayudas al Estado. Pero en toda la información publicada por ambas entidades, poco se ha dicho al respecto.
Quizás esta fusión se diferencie de las anteriores y nos permita recuperar la credibilidad en el sistema, o quizás debamos buscar en los libros de física leyes paralelas sobre la defensa al consumidor y los derechos del trabajador.
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